martes, 17 de julio de 2012
Galeano was here
Hola amor
¿Cómo estás? Yo bien, así, a secas, extrañándote un pelín y lidiando con escribirte algo digno a pesar de la nula capacidad para expresarme en una computadora. Será que ya soy viejo pero soy de la idea que no hay puerta más eficiente a la inspiración que una buena hoja de papel, manchada con café y una pluma bic mordida.
Tú te fuiste hace unas horas, a “un encuentro de lectores” a rodearte de groupies de aquel viejo uruguayo que algunas pocas veces habla de fútbol y las más habla de las heridas de América Latina. Te imagino rodeada de puntos grises, siendo tu luminosa. Escuchando las charlas de algunas púberes dispuestas a dejarse autografiar los senos con la leyenda “Galeano Was Here” en plumón indeleble. Te veo ahora más claramente, te imagino, te deseo, lo demás pasa a segundo plano. Luces bellísima vestida de rojo, molesta por la tardanza de la fila, soltando improperios por el calor o deseando en tus adentros un buen chai frappe...
…Acabas de llamarme. Te escuchabas molesta. Dijiste algo sobre comida, supermercados y curas pederastas. He de reconocer que me perdí la mitad de tus palabras, abducido por tu tono de voz y extrañándote un poco más. No te enojes, lo que sea ya pasará. En minutos llegarás a casa, te miraré y soltarás algún reproche acerca del clima, el hambre que te ataca feroz o el estado de higiene de la habitación. Y soy franco, tampoco te escucharé, sumergido en la ansiedad de besarte. Y en consecuencia diré “Te amo” para silenciarte y lograr colarme en tus labios. Todo esto ocurrirá justo junto al cenicero que está encima del escritorio donde descansa esta computadora.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
=)
ResponderEliminarComida, supermercados y curas pederastas...
De los temas que se hablan comúnmente frente al volante, ja!
Te amo!